Dos manotazos en el tablero geopolítico separados solo por unas horas han servido para evidenciar el fracaso que hasta la fecha ha tenido la estrategia de Donald Trump para alcanzar la paz en las dos guerras con las que prometió que acabaría nada más llegar a la Casa Blanca. También han puesto en entredicho la credibilidad internacional de Trump y su imagen de líder del club de hombres fuertes al que también pertenecen el presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dos mandatarios decididos estos días a poner a prueba la paciencia del republicano.
Un dron en casa de los Wesolowski
La guerra siempre estuvo cerca de este pueblo en una zona de lagos,...