Para los que están acostumbrados a la propaganda rusa, la norcoreana es un soplo de aire fresco en las pinacotecas de Moscú. El Museo Panruso de Artes Decorativas acoge estos días la exposición República Popular Democrática de Corea: el país de un gran pueblo, una muestra de las artes del nuevo aliado de Moscú en sus cuitas con Occidente. Una parte de esta exposición homenajea la participación de soldados norcoreanos, en apoyo a Rusia, en la guerra de Ucrania, una colaboración que llegó a negar el Kremlin. La otra parte presenta a cientos de hombres y mujeres en sus fábricas y talleres. Todos, absolutamente todos, con una sonrisa de oreja a oreja.
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Se acerca el cuarto invierno de la guerra en Ucrania, una de las...