China se ha convertido estos últimos días en un hervidero geopolítico. A menos de 24 horas del gigantesco desfile militar en la plaza de Tiananmén con motivo del 80º aniversario de la rendición de Japón en la Segunda guerra sino-japonesa (1937-1945) y el final de la II Guerra Mundial, el presidente chino, Xi Jinping, ha celebrado este martes una reunión con su homólogo ruso, Vladímir Putin. El encuentro, a puerta cerrada, ha continuado con una charla informal en torno a una mesa de té en la residencia privada del líder chino en Pekín. Por la tarde ha llegado a la capital china el líder norcoreano, Kim Jong-un, otro de los invitados de excepción a la conmemoración.
La mala mar se interpone de nuevo en la travesía de la flotilla con ayuda para Gaza
La mala mar vuelve a interponerse entre la Global Sumud Flotilla y...